¿Por qué debemos cuidar la microbiota?

¿Por qué debemos cuidar la microbiota?

¿Por qué debemos cuidar la microbiota?

La microbiota o flora intestinal es prácticamente única en cada individuo. Su composición está afectada por una gran variedad de factores que pueden influir en su equilibrio natural, provocando alteraciones, por ello debemos prestar especial atención a su cuidado.

La microbiota del intestino, también conocida como flora intestinal, es el conjunto de microorganismos (bacterias, hongos, arqueas, virus y parásitos) que residen a lo largo del tubo digestivo, principalmente en el colon.  El equilibrio de esta comunidad microbiana es imprescindible para el correcto funcionamiento del organismo y para alcanzar un estado de salud adecuado.

La conformación microbiana es prácticamente única en cada individuo, ya que su composición está influida por una gran variedad de factores como la alimentación, el consumo de fármacos, el entorno, el ritmo de vida, etc. “El cuerpo humano está constantemente expuestos a factores que pueden influir a la alteración de su estado natural”, como explica la  Dra. Beatriz Rodríguez, especialista del aparato digestivo del hospital Vithas Las Palmas.

¿Por qué es importante cuidarla?

Un desequilibrio en la microbiota intestinal puede favorecer procesos patológicos, muchos de los cuales influyen en el desarrollo de ciertas enfermedades relacionadas con la autoinmunidad. Hay enfermedades, como la diabetes tipo 2, la obesidad, las enfermedades inflamatorias del intestino y las alergias, que se relacionan con alteraciones intestinales donde el desequilibrio de la microbiota juega un papel importante. Además, las conexiones del sistema nervioso central con la microbiota intestinal  a través de sustancias bacterianas que funcionan como neurotransmisores o precursores de los mismos, explican cómo el desequilibrio de nuestra microbiota puede influir en el estado de ánimo, la capacidad de regulación o gestión emocional y el desarrollo de trastornos del estado de ánimo tales como la ansiedad o depresión, entre otros.

¿Qué puedes hacer para tener una microbiota intestinal sana?

Aumentar la diversidad microbacteriana es clave para tratar de fortalecer nuestra flora intestinal. Para ello, podemos incluir en nuestro día a día pequeños cambios que pueden ayudarnos a cuidar la microbiota.

Se pueden resumir en 3 pasos:

  1. Mantener una dieta rica y equilibrada, con productos naturales no procesados, como
    hacían nuestros abuelos.
  2. Incluir en nuestra dieta alimentos ricos en probióticos, tales como los vegetales
    fermentados, el kéfir o la kombucha.
  3. Aumentar el consumo de prebióticos (granos integrales, plátanos, hortalizas de hoja verde
    y alcachofas). Estos alimentos nutren a las bacterias y favorecen el desarrollo de un microbiota
    de calidad.
Post Tags :