Nuestro proyecto Alimentos Solidarios ha evolucionado significativamente desde su nacimiento a raíz del confinamiento de la COVID – 19 iniciado en marzo de 2020. Os contamos en qué se ha convertido.
La crisis social y económica derivada de la pandemia de la COVID-19 nos llevó a incrementar la actividad de la fundación, en primer lugar, reforzando el apoyo a las entidades con las que ya colaborábamos en materia de soporte a personas y familias escasas de recursos y en situación de vulnerabilidad, especialmente por motivos de salud. Pronto nos dimos cuenta de que podíamos hacer una aportación relevante implicándonos directamente en la distribución de alimentos y productos de primera necesidad.
Durante este período, de aproximadamente un año y medio, el proyecto ha crecido y ha ampliado su alcance, partiendo de las instalaciones acondicionadas para la recepción y distribución de alimentos básicos.
A día de hoy, lo definimos como un “hub social” que actúa en diferentes ejes:
- Cobertura de necesidades básicas
- Economía circular
- Voluntariado y colaboración social – trabajo en red
- Inserción laboral
Cobertura de necesidades básicas
Gracias a la colaboración de más de 40 entidades y empresas donantes y a la labor de selección y distribución de nuestras entidades colaboradoras, ¡que ya han alcanzado la cifra de 100!, hemos podido atender a más de 43.000 beneficiarios con alimentos y también con otros productos básicos, básicamente en nuestro entorno más cercano pero llegando a colaborar, en algunos casos, con entidades de ayuda internacional en países como Perú, Venezuela, Guinea, el Líbano, Filipinas, Senegal, Honduras, potenciando sinergias gracias a la potencia de nuestra plataforma de recogida y distribución.
Economía circular
Fomentamos la reutilización y la reducción del residuo, especialmente el desperdicio alimentario que es terrible cuando hay familias con necesidad de alimentación básica. Gracias a la colaboración de nuestros donantes, tanto de alimentos como de materiales y herramientas para el transporte y almacenaje, estamos contribuyendo a la reutilización y a la reducción de recursos desperdiciados y, sólo procedemos a la compra para complementar estos recursos a la hora de cubrir las necesidades.
Voluntariado y colaboración social – trabajo en red
La colaboración entre las diferentes entidades, potenciando las sinergias, y aprovechando los recursos de su personal y sus voluntarios, actúa como una tela de araña, fuerte y sólida, que nos permite establecer puentes de solidaridad entre diferentes realidades gracias a la labor de estos voluntarios que diferentes procedencias:
Voluntariado corporativo
Voluntarios de las entidades receptoras
Voluntarios de otras entidades que también colaboran
Personas de inserción en proceso prelaboral o de normalización laboral y social
Inserción laboral
Además de colaborar con entidades que realizan inserción, en el proyecto se fomenta directamente la inserción laboral de perfiles en situación de vulnerabilidad, actualmente el proyecto cuenta con un equipo de 7 personas (4 mujeres i 3 hombres), 5 de ellos a jornada completa, 2 se incorporaron gracias al programa TREBALL I FORMACIÓ (la línea ACOL) del SOC.
Desde Fundación Áurea, una vez más, te animamos a que te sumes a esta labor, ya sea donando producto, si eres una empresa, haciendo difusión o apoyando como voluntario. Para ello, contacta con Carolina Bonafonte, a través del mail cbonafonte@fundacionaurea.org.
¡Muchas gracias por tu apoyo!